lunes, 29 de enero de 2024

Contra el sentido común de los grupos antiderechos (Parte 1)

Es muy frecuente en el discurso anti-derechos apelar a argumentos cuya autoridad radica, según ellos, en “la realidad misma”. Así, grupos religiosos, feministas radicales transexcluyentes, conservadores libertarios, derechas alternativas, liberales de dudosa neutralidad e, incluso, izquierdistas ortodoxos, invocan el manto aparentemente inocuo e incontestable del sentido común.

Por Amilka V.

Cada vez que estos grupos obtienen lo que consideran una pequeña victoria en contra de la población LGBTIQ —es decir, un retroceso en materia de derechos humanos—, y especialmente en contra de la población trans, vitorean ¡Ha ganado el sentido común! Es lo que sucedió recientemente en España con el recorte de leyes LGBTI del Gobierno de la Comunidad de Madrid —para una aproximación detallada de esta situación, recomendamos leer aquí, aquí y allí.

En el ámbito internacional los grupos antiderechos pugnan por imponer una retórica antiderechos y suelen repetir el mismo guión. El punto central de sus argumentos es que el sentido común es un filtro adecuado cuando se trata de dirimir disputas sociales en torno al sexo y al género. Según ellos, su único interés aquí es defender la verdad.

En este artículo intentaremos responder varias preguntas: ¿Qué quieren significar estos grupos con sentido común? ¿De qué maneras se puede comprender este escurridizo concepto en el contexto de la ciencia? ¿Qué ventajas o desventajas nos daría utilizar el sentido común para dirimir diferencias importantes en nuestras sociedades? 

Veamos.

¿Qué es el sentido común?

El sentido común es como lo indica su nombre, el sentimiento unánime del género humano todo (...) de todos los tiempos y de todos los lugares, sabios o ignorantes, bárbaros o civilizados. 

Amadeo Jacques.  «La memoria sobre el sentido común»

En primer lugar, esta no es una pregunta sencilla y responderla de forma no superficial es un reto. Desde el punto de vista histórico, para hacernos una idea de la magnitud de la cuestión, basta con saber que el sentido común se ha intentado definir muchísimas veces desde épocas —y quizá galaxias— muy lejanas. Quienes quieran mirar una revisión de las definiciones que ha tenido este concepto en campos como la filosofía y la ciencia, específicamente en el contexto occidental —lo que de entrada ya nos alerta de que estamos ante algo que quizá no es tan universal como se cree—, pueden leer aquí, aquí y allí. 

lunes, 18 de septiembre de 2023

La literatura antiderechos LGBTIQ escrita en español

Foto: La ONU es uno de los organismos más atacados por los grupos antiderechos.

"Las ideas que dan vida a la homofobia, la transfobia, la misogina, el racismo y la xenofobia se reproducen a través del discurso." 

Por Amilka V.

La lengua española es la segunda lengua más hablada en el mundo por nativos, con casi 500 millones de hablantes. Que en los últimos años numerosos grupos hispanohablantes estén cada día más comprometidos con la divulgación de discursos que cuestionan los derechos humanos de la población LGBTIQ, plantea la necesidad de hacer una cartografía tanto de los grupos como de los discursos. Este sería el punto de partida para analizar las relaciones y alianzas transnacionales entre los grupos antiderechos hispanohablantes y los grupos antiderechos no hispanohablantes.

Se podrá decir que dedicar el primer artículo de este blog a la literatura antiderechos LGBTIQ es dar publicidad inmerecida a ideas que son dañinas para la sociedad. Sin embargo, si queremos entender cómo funcionan estas ideas y por qué son compartidas por muchas personas, creemos necesario hacer un mapa de estos discursos.

No es esta una idea novedosa. Se trata de una estrategia conocida por organizaciones anti-racistas que durante décadas han monitoreado discursos de odio relacionados con la segregación racial y otros tipos de discriminación. Un ejemplo de ello es el Southern Poverty Law Center, con sede en EEUU, que se ha dedicado a esta labor, además de ser conocidos por sus batallas legales contra grupos supremacistas.

Por qué hablamos de discurso

Las ideas que dan vida a la homofobia, la transfobia, la misogina, el racismo y la xenofobia se reproducen a través del discurso. 

El discurso es una forma de interacción social en la que quienes hablamos y escribimos “no solamente” hablamos y escribimos. Somos fundamentalmente actores sociales en un “teatro social” y compartimos nuestras ideas, pensamientos, creencias y roles a través de acciones discursivas.

Es importante entender que al referirnos a discurso nos referimos a todas las formas en las que los seres humanos utilizan el lenguaje: oralidad y escritura, principalmente, pero pudiera incluir imágenes, símbolos, memes de internet, objetos y gestos.

La discriminación y el discurso

Es un hecho que los sapiens, desde que abandonamos la prehistoria, nos organizamos socialmente dentro de un orden imaginado —país, Estado, monarquía, teocracia, democracia, capitalismo, socialismo, son constructos sociales imaginados solo por los seres humanos— que legitima algún tipo de jerarquía social: hombres libres vs esclavos, hombres vs mujeres, ricos vs pobres, creyentes vs infieles, blancos vs negros, nativos vs extranjeros, heterosexuales vs homosexuales, personas cis vs personas trans. En estas jerarquías subyacen relaciones de superioridad/inferioridad que a veces son explícitas y, otras veces, se enmascaran en el discurso.